El comienzo

El comienzo

Bueno, pues ya está, me lanzo.
Después de diez años en paro y camino de los 48, es ahora o nunca.
Adoro la moda, me fascinan los complementos, se me da muy bien elegir los de mejor calidad-precio y tengo facilidad para detectar tendencias.
La charla con los orientadores de la Junta ha ido bien, esa subvención de la que hablan puede ser un buen empujón.
Me doy de alta, contrato asesoría, elijo nombre, compro dominio, diseño una web y contacto con proveedores. En sólo un par de meses he hecho de un proyecto una realidad, estoy lista para arrancar.
Sabes que los comienzos son duros, estás preparada mentalmente para eso. Lo que nadie te dice es que, cuando llegue la subvención pública, si llega, habrás adelantado en gastos más del 50% del importe y le deberás dinero a media familia. Porque cuando se trata de emprender, por muchas medallas que se cuelguen los políticos, estás sola.
Tampoco te dicen que Google es Dios. Porque Google puede penalizar tu web por algo tan absurdo como una actividad en tu dominio siete años atrás. Google puede inhabilitar tus productos por supuesta "desnudez parcial" en las fotografías (un brazo que sujete un bolso), puede hacerte invisible por "tráfico de animales" si se te ocurre denominar a un colgante "collar de conchas", o por distraer al comprador si colocas tus productos sobre elementos de atrezzo.
Nadie te dice que hay que rendir pleitesía a Google, tampoco que en el mundo online nunca hay nadie al otro lado del teléfono, muchas veces no hay ni teléfono. En realidad nunca tratas con personas, sólo con listados de "preguntas frecuentes" y falsos soportes técnicos que, lejos de ayudar, te remiten a más listados de preguntas frecuentes. Pero mientras no te saques el título de diseñador web o experto en posicionamiento SEO les necesitas a todos ellos. Es el siglo XXI, amigas.
Con todas esas bofetadas de realidad, me presento ante vosotras: Kokolé es mi sueño, y a punto de cumplir dos meses de vida puedo decir que soy más fuerte, más sabia, y tengo las mismas ganas que cuando me decidí a soñar.
Pasad y poneos cómodas: en www.kokole.es tenéis vuestra casa.

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